Para los que no son gallegos les irá muy bien conocer algunas de las tradiciones más típicas de Galicia, nos gustaría explicar alguna de ellas que todavía siguen vivas como puedne ser laMatanza del cerdo en otoño, los Magostos en noviembre, la preparación de filloas por carnaval, la noche de San Juán en junio, o la preparación de la queimada para cerrar cualquier buena fiesta que se precie.
Cada primavera, cada casa compra el o los cerdos, que se irán alimentando a lo largo del año, para su sacrificio alrededor del día de San Martiño, en el mes de noviembre. La alimentación suele ser con alimentos cosechados en casa como maíz, verduras, hierba, patatas, etc.
En algunas casas, y si se “crian” mas de un cerdo, se suele hacer la matanza del primero en la fecha indicada, dejando el segundo para finales de diciembre o primeros meses del nuevo año.Los "matarifes" tradicionales de cada lugar, son los encargados de realizar la matanza.
La jornada se suele comenzar a primera hora de la mañana, habiendo la costumbre de “tomar algo” antes del inicio de la “faena”: unas galletas acompañadas con una copita de aguardiente de casa para entrar en “calor”.
Una vez sacrificado el o los cerdos se procede a “abrirlos” para sacarle todas las vísceras y se cuelga de una viga o un soporte alto, con el fin de que “escurra” la sangre que aún contienen algunas arterias.
Normalmente se deja de un día para otro, aunque se puede “escuartizar” (trocear) pasadas unas horas, para a continuación proceder al salado del mismo y picado de las carnes.
Una vez picada las carnes, se procede al añadido del ajo, y un poco de vino, mezclándolo bien todo y dejándolo macerar durante unos días en un sitio fresco y removiéndolas todos los días. Durante este tiempo se le añade también el pimentón dulce y picante, que harán la función de conservantes y colorantes.
Al cabo de una semana, aproximadamente, se hacen los embutidos y se colgarán en los “fumeiros” para ahumarlos. Este proceso durará unos 5 días, quemando preferentemente leña de “carballo” (roble), durante unas 3 horas cada dia. Una vez pasado este tiempo obtendremos unos estupendos chorizos caseros, delicia del paladar.
Galicia, zona de amplia producción de castaña, durante la época de la cosecha de este producto, tiene por costumbre en casi todos los rincones, la celebración de los típicos “magostos”.
Estas celebraciones se realizan generalmente durante todo el mes de noviembre, siendo los componentes principales en esta celebración dos elementos: las castañas y el fuego.
Consiste en hacer una hoguera, y una vez las brasas ya hechas, se pone encima de ellas unos recipientes metálicos, que bien pueden ser bandejas, sartenes viejas agujereadas o recipientes similares, poniendo sobre estos las castañas, a las que previamente se le ha realizado un pellizco o corte en la piel a fin de que con el calor no exploten.
Una vez asadas se pelan y se comen bien calentitas, aprovechando de este modo, y al ser en época de frío, para calentar las manos con el calor que desprenden. Se suelen acompañar de un buen vino tinto de la reciente cosecha.
Una vez finalizo el asado de las mismas, se suele saltar por encima de las brasas ya que “trae suerte”. Se suele finalizar realizando diferentes juegos tradicionales, contar cuentos y cantar canciones populares.
Uno de los postres típicos de Galicia, son las filloas. Se preparan en cualquier época del año, aunque la época cuando mas se consumen es en carnavales, junto con las típicas orejas.
Hay diferentes formas de hacerlas aunque las mas comunes solo llevan agua o leche, harina y huevo.
Una vez bien mezclados los productos se fríen en una sartén o recipiente similar, echando la mezcla en una cantidad muy pequeña, que sólo cubra el fondo del recipiente, a fin de que salgan muy finas, se dejan calentar unos segundos, se les dá la vuelta y se hacen por el otro lado, quitándolas a continuación para su consumo.
Hay quién le echa azúcar, chocolate, mermelada, miel o demás variantes.
Otra variante de las filloas son las que se realizan con la sangre del cerdo, mezclando esta con harina y sal, siendo el proceso el mismo que las otras filloas.
Es una ancestral costumbre y está relacionada con la suerte y maleficios.
Se encienden las hogueras, ligada con las celebraciones en la que se festejaba la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera. La finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol", que a partir de esos días, iba haciéndose más "débil" (los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno). Simbólicamente el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban.
La queimada es una bebida que proviene del calentado del orujo de uva, mezclado con azúcar y unos granos de café, prendiéndole fuego en el recipiente para que se evapore parte del alcohol y hacerlo mas bebible.
A la queimada se le atribuyen facultades curativas y se afirma que tomada después de la pronunciación del conjuro (que se encuentra al final del apartado), y que funciona como protección contra maleficios además de mantener a los espíritus y demás seres malvados alejados del que la ha bebido.
En una olla o tartera de barro se vierte el aguardiente de orujo de uva y el azúcar, en la proporción de unos 120 gramos de éste por litro de aguardiente, ralladura de limón y unos granos de café y removiéndolo. Se coge el cucharón con el que se está removiendo, y con una pequeña cantidad de la mezcla dentro le prende fuego a este. Cuando esté ardiendo se mete el cucharón en el recipiente grande hasta que el fuego se extienda por toda la superficie. A continuación se revuelve lentamente dejando que suban las llamas de alcohol y creando cascadas con ellas.
A continuación, se pone en el cucharón solo azúcar y se coloca sobre la queimada hasta que este se derrite convirtiéndose en caramelo, que se vierte sobre las llamas y se remueve hasta que se haya consumido casi todo el alcohol.
Cuando empieza a apagarse, pero mientras le aguardiente aún arde, se recita el conjuro. La queimada se sirve caliente cuando se haya apagado casi por completo, incluyendo también los granos de café, cáscara de limón, trozos de manzana y naranja, y se bebe. En ocasiones hay que soplar para apagar alguna de las llamas que llegan al vaso, para no quemarse.
Todo el ritual de preparación está dirigido a alejar los malos espíritus y a las meigas (es decir, maga) que, según la tradición, acechan a los hombres y mujeres para intentar maldecirles. Se puede realizar la queimada en cualquier ocasión; una fiesta, reuniones familiares o de amigos. Tras la cena, en la oscuridad de la noche, los comensales se reúnen alrededor de la queimada, para animar los corazones y estrechar los lazos de amistad. Uno de ellos se encargará de dar el toque final levantando con un cucharón el líquido en llamas y dejándolo caer poco a poco en el recipiente mientras pronuncia el conjuro, lo que crea un ambiente especial.
Conjuro:
Búhos, lechuzas, sapos y brujas;
Demonios, duendes y diablos;
espíritus de las vegas llenas de niebla,
cuervos, salamandras y hechiceras;
rabo erguido de gato negro
y todos los hechizos de las curanderas...
Podridos leños agujereados,
hogar de gusanos y alimañas,
fuego de la Santa Compaña,
mal de ojo, negros maleficios;
hedor de los muertos, truenos y rayos;
hocico de sátiro y pata de conejo;
ladrar de zorro, rabo de marta,
aullido de perro, pregonero de la muerte...
Pecadora lengua de mala mujer
casada con un hombre viejo;
Averno de Satán y Belcebú,
fuego de cadáveres ardientes,
fuegos fatuos de la noche de San Silvestre,
cuerpos mutilados de los indecentes,
y pedos de los infernales culos...
Rugir del mar embravecido,
presagio de naufragios,
vientre estéril de mujer soltera,
maullar de gatos en busca gatas en celo,
melena sucia de cabra mal parida
y cuernos retorcidos de castrón...
Con este cazo
elevaré las llamas de este fuego
similar al del Infierno
y las brujas quedarán purificadas
de todas sus maldades.
Algunas huirán
a caballo de sus escobas
para irse a sumergir
en el mar de Finisterre.
¡Escuchad! ¡Escuchad estos rugidos...!
Son las brujas que se están purificando
en estas llamas espirituales...
Y cuando este delicioso brebaje
baje por nuestras gargantas,
también todos nosotros quedaremos libres
de los males de nuestra alma
y de todo maleficio.
¡Fuerzas del aire, tierra, mar y fuego!
a vosotros hago esta llamada:
si es verdad que tenéis más poder
que los humanos,
limpiad de maldades nuestra tierra
y hacer que aquí y ahora
los espíritus de los amigos ausentes
compartan con nosotros esta queimada.
